¿Alguna vez te han dicho que eres exagerado/a, demasiado sensible o te han hecho dudar de tu propio juicio? ¿Alguien ha cuestionado constantemente tus opiniones, sentimientos o comportamientos invalidándolos o minimizando la importancia que tienen para ti? Si la respuesta es sí, es posible que estés sufriendo “gaslighting”.
¿Qué es el gaslighting?
Consiste en una forma de abuso emocional mediante la cual una persona es manipulada hasta el punto de dudar de su propia percepción, de su memoria e incluso de su juicio, lo que provoca que esa persona se sienta confundida, tensa, ansiosa y puede incluso interferir en su estado de ánimo y en su funcionalidad.
El término “gaslighting” o “luz de gas” hace referencia a una película clásica holliwoodiense llamada “Gaslight”, en la que un hombre manipula a su mujer para hacerle creer que ha perdido el juicio y así robarle su fortuna. Le esconde cuadros y joyas, haciéndole creer a ella que ha sido la responsable, aunque no tenga recuerdos de ello, haciéndola dudar constantemente de su juicio y su memoria. Es una película ambientada en una época en la que no había electricidad, usaban luz de gas y el protagonista usaba este elemento también para manipular a su mujer: Atenuando la luz pero haciéndole creer que el fuego brilla con la misma intensidad igualmente.
Hay algunas señales que te pueden orientar para saber si estás sufriendo este tipo de manipulación por parte de alguien cercano a ti, como por ejemplo:
1. Te cuestionas constantemente tus ideas o comportamientos. 2. Dudas si te estás mostrando demasiado sensible muchas veces a lo largo del día. 3. Te disculpas con frecuencia con todo el mundo: Pareja, familia, amigos, jefes, compañeros de trabajo… 4. Constantemente ofreces excusas a tus familiares o amigos por el comportamiento de esa persona cercana (ya sea tu pareja, amigo/a o familiar). 5. Te pillas a ti mismo/a omitiendo u ocultando información para no tener que explicar o dar excusas a parejas o amigos. 6. Empiezas a decir algunas mentiras para evitar que te cambien de realidad. 7. Te cuesta tomar decisiones, incluso las más simples. 8. Sientes que no das pie con bola, que nádate sale bien 9. Te preguntas si estás siendo lo suficientemente buena hija/o, amiga/o, empleada/o, novio/a continuamente. 10. Empiezas a aislarte cada vez más porque te cuesta interactuar con otras personas, ya que temes hablar o dar tu opinión en grupos grandes de gente por miedo a meter la pata.
¿Qué puedes hacer?
El gaslighting es una manipulación muy sutil pero eso no quiere decir que no pueda ser dañina. Hay formas de enfrentarse a ello, te contamos algunas pautas: 1. Escucha tu intuición Y confía en ella. Si sientes que algo no está bien, analiza qué es lo que no te encaja. 2. No busques la aprobación No siempre podemos estar de acuerdo y eso está bien. Intenta resistir la tentación de convencer al otro para obtener su aprobación, en su lugar, puedes expresar tu desacuerdo o simplemente que no pensáis de la misma manera o que tú lo ves de otra forma. Eres libre de finalizar una conversación. Esto solo es recomendable en casos de Gaslighting, ya que en otros contextos, como en una discusión en la que los argumentos de la otra persona sean sólidos, puede ser una forma de evitar enfrentarse al hecho de no tener razón. 3. Tus pensamientos te pertenecen a ti. No hay emociones buenas ni malas y nadie te puede decir si lo que sientes es cierto o no. Si tú dices "eso me hizo sentir juzgado/a" o "me sentí triste por lo que hiciste" no es algo sujeto a debate. Es tu sentir y, por tanto, tu verdad. No tienes que disculparte por sentir, lo que sí has de evitar es agredir, manipular o hacer daño conscientemente. 4. Atesora tus valores ¿Por qué valores quieres ser recordado/a? Haz una lista con tus valores personales: Ya sea viajar, pasar más tiempo con tu familia y amigos, trabajar en ser más tolerante… Esto te ayudará a mantener el foco en el que centrarte y ver también qué valoras tú más en los demás. Nadie debe obligarte a ir en contra de tus valores, y si lo intenta, es una señal clara de que está intentando manipularte. 5. Sé firme con tus límites personales. Si los traspasa alguien, házselo saber, así como las consecuencias. Por ejemplo, si te agreden verbalmente, puedes decir "me incomoda lo que dijiste, lo siento como una falta de respeto y no lo pienso dejar pasar". Mantente firme y, si se repite a pesar de seguírselo señalando, quizás debas plantearte alejarte de esa persona. Trabajar en tu amor propio y asertividad es indispensable para hacer valer los propios intereses dignamente. 6. Mantén una vida social activa. Otra práctica estrategia para combatir el gaslighting es tener una vida social enriquecedora y diversa, es decir, que nos permita relacionamos significativa y frecuentemente con personas importantes para nosotros. Así, contamos con distintas opiniones y puntos de vista sobre lo que ocurre en nuestra vida y nos permite detectar intentos de manipulación que de otra forma podrían pasarnos desapercibidos, ya que nuestro entorno más cercano y querido tendrá una forma de ver las cosas más afín a nosotros y nuestros valores.
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