Es muy común escuchar en consulta la frase de “me tomo una copa y así disfruto más del sexo”. Esto se debe a que mucha gente suele pensar que tanto ellos como sus parejas tendrán mejor disposición de disfrutar bajo los efectos del alcohol, gracias a la desinhibición que esta sustancia provoca.
Es cierto que nos desinhibe y que de alguna forma calma los nervios del momento, pero hay que tener en cuenta que el alcohol no sólo NO facilita la respuesta sexual humana sino que incluso interfiere con ella. ¿Cómo se da esta interferencia?
Pues bien, es importante señalar que el nivel de dificultad experimentado suele relacionarse con la cantidad de alcohol consumida, aunque esta regla no es siempre válida. Existe disminución en la respuesta sexual humana tanto de hombres como de mujeres incluso con un consumo bajo de alcohol (1-2 copas).
· Los efectos del alcohol en la respuesta sexual del hombre.
El desempeño sexual se ve frustrado en más de un aspecto:
- No se produce la erección o, si se produce, acaba por desaparecer. Esto se debe a que el alcohol inhibe el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, responsable de que se dé la erección. Esto , a su vez compromete la posibilidad de llevar a cabo una penetración y, por tanto, realizar el coito. Esta situación puede (y suele) generar ansiedad que, si perdura en el tiempo, puede causar nuevos fallos en la erección en futuros intentos durante las relaciones sexuales, entrando así en un círculo vicioso que puede llevar a un problema de disfunción eréctil.
- El alcohol también interviene en problemas para eyacular. En el caso de la eyaculación retrasada, muchos hombres tienden a verlo como algo positivo, pero el problema es que esta eyaculación retrasada se da por la reducción sensorial que produce la pérdida de parte de la sensibilidad de las caricias y sensaciones, como si estuviera ligeramente entumecido o anestesiado. Entonces, ¿para qué te sirve durar más tiempo sin eyacular si no lo vas a disfrutar al máximo de tus sensaciones? Por otro lado, la eyaculación retardada facilita que acabe por perderse la erección, ya que, a mayor tiempo sin eyacular, eventualmente puede no mantenerse la erección y esto puede derivar en un problema doble de pérdida de erección y de eyaculación, cosa que no queremos que suceda, ¿cierto?
· El alcohol y la respuesta sexual de la mujer.
- En este caso, vemos una pérdida general e inmediata en la sensibilidad de todo el cuerpo, especialmente de los genitales, clítoris incluido (y ya sabemos la importancia que tiene para el placer femenino). Todo esto repercute directamente en las posibilidades de alcanzar un orgasmo. No obstante, es cierto que un alto porcentaje de mujeres reportan un aumento subjetivo de su libido debido a la desinhibibción, aún cuando existe evidencia de que tanto la respuesta hormonal como fisiológica se ven comprometidas.
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· Para ambos sexos:
- En el aspecto psicológico, no hay que olvidar el uso sistemático del alcohol puede afectar a ambos en cuanto a sentir cierta pérdida de autoestima, ansiedad, mayor exposición a posibles abusos (tanto físicos como sexuales) y a contraer enfermedades de transmisión sexual (ya que puede acabar tomando decisiones no responsables al estar bajo los efectos del alcohol) --
- La relación de pareja, por su parte, puede sufrir si se llega a desarrollar dependencia de esta sustancia (u otras), problemas en la comunicación, aumento en la probabilidad de agresión y abuso, y falta de atención al vínculo tanto emocional como sexual que debe compartir la pareja.
- Por último, el uso de alcohol a largo plazo disminuye la capacidad del cuerpo para asimilar vitaminas y calcio, además de que produce acné, caspa, y dureza en la piel y el cabello… Que pueden resultar en aspectos poco atractivos para ambos sexos.
Todos estos escenarios empeoran a medida que el consumo se hace mayor y más frecuente, pero tampoco quiere decir que por tomar una copa nos vaya a pasar todo esto de golpe. Se trata, como con todo, de buscar un adecuado equilibrio, pero sobretodo, de no buscar en el alcohol un refugio, un “amuleto” o elemento de seguridad o dependencia para disfrutar del sexo. Seguramente disfrutarás más y mejor sin él. Citando al gran William Shakespeare, las drogas y el alcohol “provocan el deseo pero frustran la ejecución”.
El sexo, mejor consciente, ¿no? ;)
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