Se trata de uno de tantos neurotransmisores que ayudan a las neuronas a comunicarse entre ellas. Tiene una importante función dentro de los espacios sinápticos.
Nuestro cuerpo fabrica la dopamina pero también se puede sintetizar en laboratorios de forma artificial.
¿El neurotransmisor del placer?
A menudo se asocia este neurotransmisor con sensaciones relajantes y placenteras, pero no es fácil relacionarla con una función en concreto, sino que funciona a nivel más global, como ocurre con otros neurotransmisores: Influyen en el funcionamiento cerebral a nivel general, en procesos tanto cognitivos como emocionales y funcionales que ocurren en un determinado momento.
Cuando vinculamos cualquier neurotransmisor con procesos mentales o estados emocionales en concreto, suele ser debido a que su aparición se relaciona con un aumento en el nivel de dichos neurotransmisores en algunas zonas cerebrales vinculadas a ese proceso.
En concreto, hablando de la dopamina, interviene en la coordinación de algunos movimientos musculares, procesos cognitivos relacionados con el aprendizaje e incluso con la toma de decisiones y la regulación de la memoria.
Diversos científicos también coinciden en que la dopamina está involucrada también en nuestro complejo sistema cognitivo, a nivel de sentir curiosidad y motivación por determinados aspectos de nuestra vida.
- Sobrepeso y obesidad
No todos sentimos el mismo nivel de placer a la hora de degustar un mismo postre, por ejemplo. Aquellas personas con tendencia al sobrepeso y obesidad tienen menos receptores de dopamina en su Sistema Nervioso. Según un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores ingleses, publicado en la revista Science, se concluye que esa menor cantidad de receptores de la dopamina hace que esas personas necesiten consumir más cantidad de postre para notar la misma sensación de satisfacción que produce comer algo dulce, es decir, parecen ser menos sensibles a los sabores adictivos.
- La dopamina influye en la personalidad.
Podría considerarse como un factor importante para saber si somos más o menos extrovertidos, valientes o seguros. Diversas investigaciones afirman dicha relación entre dopamina y personalidad, como por ejemplo el estudio publicado en Nature Neuroscience, hecho por la Clínica Universitaria Charité, en Alemania y en el que se apuntó que la cantidad de dopamina encontrada en la amígdala (estructura cerebral relacionada con las emociones) de una persona podría ser un fiable indicador de su tranquilidad, seguridad y con confianza en sí misma o por el contrario, si sería más miedosa o con tendencia a sentir estrés con más facilidad.
- Emociones fuertes
¿Te consideras una persona arriesgada o que te atraen las emociones fuertes? ¿Te lanzarías en un paracaídas? La respuesta a dichas preguntas seguramente también esté relacionada con tu edad (las personas más jóvenes responderán afirmativamente con más probabilidad), pero parece que hay un nuevo elemento que, desde la neurociencia, ha sido detectado como un importante factor a la hora de predecir esta tendencia a disfrutar con los riesgos y las emociones fuertes. ¿Cómo? Pues según una investigación de la universidad de British Columbia publicada en 2014 en Medical daily, se señaló que una mayor cantidad de dopamina en determinadas regiones del cerebro en adolescentes hizo que fueran demasiado optimistas respecto a sus acciones y asumieran riesgos desmedidos.
- Potencia tu nivel de motivación
Es común oír que la dopamina es el neurotransmisor por antonomasia de la sensación de placer. No obstante, recientes estudios apuntan a que su función principal puede ser más bien la motivación, como muestra un estudio en el que se demuestra que las personas más enfocadas a conseguir objetivos exigentes contaban con más dopamina en su corteza prefrontal y el cuerpo estriado, áreas cerebrales relacionadas con la concentración y la planificación.
- Clave para la creatividad
Diversas investigaciones señalan que aquellas personas con una mente particularmente creativa cuentan con una menor densidad de receptores dopaminérgicos D2 en el tálamo, que es la parte del encéfalo cuya función principal es cribar los estímulos que recibe diariamente la corteza cerebral, lo que facilitaría las conexiones neuronales que nos permiten asociar más eficientemente los conceptos, mejorando de esta forma la creatividad y el pensamiento lateral.
- Memoria y dopamina
Este neurotransmisor también influye en la de la memoria, regulando la duración de la información (los recuerdos), decidiendo si ésta se retiene alrededor de doce horas y luego desaparece o si se mantiene la información durante más tiempo. Dicho proceso está muy relacionado con el aprendizaje significativo: Cuando aprendemos algo que nos produce satisfacción, la dopamina pone en acción al hipocampo para que retenga la información. Si el aprendizaje no es relevante, el hipocampo no es activado y, por tanto, el recuerdo no queda finalmente almacenado en nuestra memoria.
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