En la demencia debida a la enfermedad de Alzheimer aparece como sintomatología prototípica el síndrome “afaso- apraxo- agnósico”. Existen grandes diferencias individuales en cuanto a la progresión de estos déficits iniciales.
En los momentos iniciales, una alteración frecuente es la anomia (tanto en lenguaje espontáneo como en la denominación), junto a un descenso en la fluidez verbal y en la denominación. Algunas hipótesis apuntan a que la causa de estas alteraciones obedece a un defecto de representación léxica o pérdida de información semántica por desorganización de la memoria semántica. Otras, apuntan a una dificultad de acceso principalmente (estando conservada la memoria semántica).
A medida que avanza la enfermedad, aparecen problemas en la compresión sintáctica para dar paso en las etapas tardías a las alteraciones de la comunicación pragmática.
La mayoría de estas personas tiene déficit tanto en comprensión como en expresión. Los déficits y su aparición en el curso evolutivo siguen en el siguiente patrón (Ramos, F; Manga, D; 2008):
- Primera fase (2- 4 años aproximadamente): Denominación alterada.
- Segunda fase (3-5 años aproximadamente): Comprensión y discurso alterado.
- Tercera fase (variable): Daños severos en las habilidades pragmáticas. Similar a la afasia global.
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