Un reforzador positivo es un evento que, cuando se presenta después de una conducta, provoca que aumente la frecuencia de dicha conducta. El concepto de reforzamiento positivo establece que, si en una situación determinada un sujeto hace algo que se sigue de un reforzador positivo, entonces es más probable que ese sujeto haga la misma cosa de nuevo cuando se encuentre en una situación similar.
Cuando más largo sea el periodo de privación de un estímulo determinado, más reforzante será su presentación contingente a una conducta que deseamos aumentar.
Existen muchos tipos de reforzadores que pueden clasificarse según su naturaleza, su programación, el proceso de reforzamiento, el administrador del reforzamiento y el receptor del mismo.
También existen varios programas de reforzamiento. Un programa de reforzamiento es una regla que especifica que emisiones de una conducta dada se reforzarán.
- Los programas de reforzamiento continuo implican reforzar la conducta objetivo siempre que aparezca. Son los más eficaces para el aprendizaje de conductas nuevas.
- En los programas de reforzamiento intermitente no se refuerzan todas las conductas objetivo. Estos programas son más eficaces para el mantenimiento a largo plazo de las conductas previamente adquiridas.
La administración del refuerzo se puede basar en un criterio temporal, es decir, dependen del transcurso de periodos específicos (programas de intervalo) o del número de respuestas emitidas (programas de razón). Así mismo, ambas clases de programas pueden requerir, bien un tiempo o número de respuestas fijo (programas de intervalo fijo o programas de razón fijo) o bien un tiempo o número de respuestas variable en torno a un promedio (programas de intervalo variable o programas de razón variable).
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