El trastorno por estrés postraumático o TEPT es un trastorno psicológico caracterizado por la aparición de una serie de síntomas tras experimentar o vivir un acontecimiento altamente estresante, traumático, que implica un grave riesgo para uno mismo o para otras personas o un suceso extraordinariamente amenazador o catastrófico para quien lo vive o o para otros.
Suele derivar de alguna experiencia por la que pasa la persona y que en poco tiempo produce un aumento súbito de la activación psíquica y/o emocional. La persona en cuestión tiene graves dificultades para asimilar la situación y al no poder descargar semejante activación, no puede controlarla y pueden aparecer síntomas patológicos y/o convertirse en un trastorno a medio o largo plazo. El TEPT aparece entonces como un cuadro o conjunto de síntomas que surgen como respuesta al evento traumático.
Los eventos estresantes pueden tener relación con la muerte, alguna amenaza a la vida (del individuo o de otros), daño físico grave o amenazas a la integridad física o psicológica, en tal grado que la persona que lo sufre no puede asimilarlo. En otros casos puede deberse también a un trauma psicológico o emocional importante que no tiene por qué ser sólo un daño físico, aunque comúnmente combina ambos factores.
Es muy común que genere dificultades en las relaciones personales y familiares y si uno de los padres está afectado por este desorden, es posible que se resientan las relaciones padres-hijos/as y el desarrollo del niño o la niña.
Las reacciones más comunes son:
Reexperimentación del trauma repetidamente, (recuerdos, sueños…).
Evitación (embotamiento de la reactividad general del individuo, dificultad para recibir y expresar sentimientos o afecto…).
Hiperactivación fisiológica (estado de alarma constante, irritabilidad, dificultad para concentrarse…).
Como tratamiento para este trastorno, lo más común es utilizar los siguientes tipos:
Farmacológico: Se utilizan antidepresivos, que pueden combinarse con ansiolíticos para episodios puntuales de ansiedad.
Psicoterapia: Se realizan técnicas de exposición al trauma, de forma que se reviva en un entorno seguro y pueda ser asimilado de forma diferente y más adaptativa para la persona. También se utilizan técnicas de relajación para controlar los síntomas fisiológicos y terapia cognitiva para controlar los pensamientos.
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