La Amaxofobia consiste en un intenso miedo a conducir, que perdura en el tiempo y se detona cuando la persona se anticipa o expone a los estímulos relacionados con conducir. Los síntomas pueden llegar a suponer un importante malestar a la persona que los sufre y pueden interferir de forma negativa en su vida cotidiana, llegando a bloquear a las personas a la hora de coger el coche o incluso solo de pensarlo.
Los principales miedos que están presentes son:
Conducir por autopistas y autovías
Tener síntomas de ansiedad mientras se conduce ( por ejemplo sufrir un ataque de pánico).
Situaciones en las que conducir es desafiante o complicado (atascos, conducir en ciudades con mucho tráfico, calles estrechas, puentes, etcétera).
Sufrir un accidente de coche.
Atropellar a alguien.
También pueden existir otros miedos relacionados con la velocidad o con quedarse encerrado o atrapado en algún lugar de difícil acceso o escape.
¿CÓMO SE PUEDE DESARROLLAR AMAXOFOBIA?
Los factores principales que nos puedes llevar a tener miedo a conducir son los siguientes:
Vivir con mucha ansiedad y estrés puede llevarnos a tener amaxofobia. En este caso se puede adquirir la fobia de dos formas distintas:
Conducir en estados de muy alta ansiedad hace que nuestro cerebro magnifique las sensaciones e interpretamos la velocidad como algo muy amenazador, lo que produce la sensación de falta de control al conducir a alta velocidad. A su vez, esto nos lleva a sentir cada vez más inseguridad conduciendo, ya que el cerebro empieza a concebir la conducción como algo peligroso y finalmente acabamos por desarrollar miedo a conducir.
Si se sufre mucha ansiedad puede ocurrir que se experimente un ataque de pánico mientras se conduce. Sentir una ansiedad intensa puede derivar en que la persona se asuste y aumenten aún más las sensaciones fisiológicas, pudiendo así producirse un episodio intenso de ataque de pánico, legando a sentir un total descontrol y mucho miedo, lo que puede vivirse como una experiencia traumática que se asocia fuertemente a la conducción, haciendo que la persona desarrolle miedo a conducir y a que se repita el ataque de pánico.
Experimentar algún hecho traumático mientras se conduce. Si se ha sufrido un accidente, este hecho puede suponer algo traumático para la persona y puede provocar que le sea imposible volver a conducir en situaciones similares a la del accidente, que generalmente se asocia con la situación, si es una autopista, una ciudad con mucho tráfico, una carretera, etc.
Tener poca práctica a la hora de conducir: Conducir un vehículo necesita de mucha atención, y esto, unido a la poca experiencia que tengamos, puede hacer que conduzcamos estando tensos, sobretodo en vías en las que hay que ir a más velocidad, como en las autopista o autovías. Tener muchas experiencias conduciendo de manera tensa, hace que poco a poco vayamos asociando el conducir con tensión y malestar, pudiendo llevarnos a desarrollar amaxofobia debido al malestar que sentimos.
Existen algunas variables que influyen en la intensidad de la reacción emocional que muestra la persona amaxofóbica. Las más importantes son: lugar de conducción (si es carretera o ciudad), características que tiene la carretera (curvas, lo ancha que es la calzada, el estado de la vía), la velocidad a la que se va, condiciones atmosféricas, comdiciones del tráfico, distancia a recorrer, el momento del día, conducir solo o acompañado, el vehículo que se conduce, etcétera.
No obstante, es importante subrayar que cada caso ha de ser evaluado para encontrar lo que ha podido influir en cada persona en concreto en función de de su historia personal y experiencias previas.
EL TRATAMIENTO PARA LA AMAXOFOBIA
Técnicas como la Terapia Cognitivo-Conductual, en la que se trabajan tanto los pensamientos asociados a la fobia como una paulatina exposición a los estímulos y situaciones, ha sido un tratamiento tradicional para la amaxofobia, así como también la Terapia de relajación, la Exposición graduada a la conducción, Terapia cognitiva para controlar los pensamientos obsesivos e irracionales y la Desensibilización sistemática, para que aprender e ir controlando poco a poco las situaciones relacionadas con la conducción que generan ansiedad.
Actualmente, técnicas como la EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares) y La Realidad Virtual forman parte de las terapias utilizadas para el tratamiento del miedo a conducir.
Si crees que puedes estar experimentando amaxofobia , no dudes en pedir ayuda profesional , ya que puede resultarte limitante a largo plazo.
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