Existen una serie de creencias falsas o erróneas sobre el amor que muchas veces llevan a las parejas a conflictos innecesarios. ES importante desmontar esos mitos para ver el amor desde una óptica más adecuada. Veamos algunos de ellos.
1. La Media naranja: No somos medias naranjas, pero hay una tendencia generalizada a pensar que sí y que tenemos que encontrar en el mundo alguien que nos complemente. Sin embargo, somos individuos, con características diferentes, que tienen que asumir la responsabilidad de su vida y su felicidad. Somos individuos que pueden juntarse y disfrutar en conjunto con otros, pero no somos la mitad de nadie.
2. Es imprescindible fusionarse con el otro para poder hablar de verdadero amor. Esto no es así. Es verdad que hay momentos en los que sentimos que formamos un solo ser junto con nuestra pareja, pero es importante darnos cuenta de que nuestra individualidad es importante dentro de la relación, porque la enriquece. Es importante que cada uno de los miembros tenga su espacio, eso oxigena a los dos y enriquece la pareja.
3. Sin ti no soy nada: Como venimos viendo, esto es falso. Somos personas libres, valiosas, autónomas y válidas por nosotras mismas. No podemos responsabilizar a nuestra pareja de nuestra total felicidad ni sentirnos responsables de la suya.
4. Si haces feliz a tu pareja, tu pareja te hará feliz a ti. En realidad, el amor no es tan simple, la felicidad sólo se puede compartir y ofrecer cuando cada uno de los miembros de la pareja es feliz por sí mismo. Es entonces cuando podrá ser generoso y compartirlo con el otro. Es más correcto entonces: Si eres feliz tú, podrás hacer feliz a tu pareja.
5. Hacer todo juntos. Es bueno que la pareja comparta y se comunique, pero para poder compartir, tienen que tener también un espacio independiente. Como veníamos diciendo arriba , es importante que cada uno tenga su propia parcela para luego poder enseñarle ese pequeño mundo al otro y compartirlo con él. Si compartimos absolutamente todo, no queda nada para sorprender o enseñar al otro y eso puede llevar a la rutina rápidamente.
6. Ser incondicional para la otra persona. Esta creencia es totalmente errónea. Si no corregimos o somos corregidos cuando es necesario, tampoco premiaremos ni seremos premiados. Es fácil llegar a la indiferencia si la obligación del vínculo con nuestra pareja nos genera una condescendencia reiterada. En una pareja siempre hay límites y condiciones que han de comunicarse desde el principio para no generar problemas en el futuro.
7. Hay que saber adivinar el pensamiento del otro: El amor no es magia. Nadie puede saber con seguridad qué piensa o siente su pareja, a veces, ¡ni siquiera lo sabemos de nosotros mismos! Pretender adivinar o que adivinen lo que pensamos genera falta de comunicación y ésta es fundamental en una buena relación.
8. Los problemas de la pareja no se comentan: No podemos pretender hacer como que no existen si no los comentamos, bien entre los miembros de la pareja, bien pidiendo ayuda a un profesional, que brindará ayuda para uno mismo y una vez recuperado cada uno, desde la madurez propia es desde donde hay que decidir si se continúa con la relación o no.
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