La Navidad es una época en la que, si bien se espera (o exige) que el Espíritu Navideño esté muy presente, para muchas personas supone una época en la que se sienten forzadas a celebrar debido a la presión social, mediática, comercial y de ambiente navideño en el que inevitablemente se ven inmersas. Es bastante significativo el dato de un estudio de la Alianza Nacional por la Salud Mental de Estados Unidos, que mostró que un 60% de estadounidenses que tienen algún problema de salud mental, notaban empeoramiento durante la época de Navidad.
Pero también afecta a personas sin problemas de salud mental y que simplemente no se sienten identificadas con la época o están pasando por una época complicada.
¿Qué puedes hacer si no estás bien en Navidad? Lo primero, entender que está bien. Es válido. No eres ningún bicho raro. Te dejamos algunos consejos prácticos que podrían ayudarte a gestionar mejor algunas situaciones en esta época:
No te obligues a festejar si no lo sientes: La psiquiatra Judith Orloff afirma que "la felicidad forzada nos hace sentir más tristes, enfadados y solos porque fingimos las emociones".
Date permiso para sentir las emociones que surjan: No pelees contra ellas ni las reprimas, ya que eso te hará sentir peor. Mejor, céntrate en estrategias que te ayuden a regularte emocionalmente y te permitan sentir más estabilidad, sin invalidar lo que sientes. Que te sientas mal no tiene nada de malo. La emoción necesita un espacio para expresarse. Puedes hablar anticipadamente con tus seres queridos y explicarles cómo te sientes para que te entiendan y procuren actuar en consecuencia.
No te fuerces a hacer cosas que no quieras. Intenta centrarte en aquellas cosas que te hagan sentir bienestar y que conecten más contigo. Todo aquello que sea beneficioso para ti: Dar paseos, ver series , quedar con amigos, leer, viajar... Puede que en parte sí quieras participar en alguna actividad navideña: Hazlo siempre y cuando sea desde la conciencia y hasta donde toleres : Por ejemplo, quedar antes de la cena navideña o después, si es lo que te hace sentir mejor.
Tu salud mental tiene más prioridad que una tradición cultural: Si participar en rituales navideños te perjudica, no lo hagas; nada justifica que pases por algo que te daña. Es importante que se lo expliques a las personas de tu entorno para que te comprendan y respeten. Y si no lo hacen, no tienes por qué sentirte culpable por cuidar de ti. Estás poniendo límites para estar bien y ese autocuidado es más que necesario y válido. Si sientes dificultades para poder expresarte o decírselo a tu entorno, o la culpa te invade de forma que te paraliza y te genera mucho malestar, no dudes en pedir ayuda profesional para poder aprender a poner esos límites que te permitirán cultivar tu autocuidado y mejorar tu bienestar.
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