Adicción
La pornografía puede generar adicción, estaríamos hablando de una adicción conductual como puede ser la adicción al juego o a las compras. Lo que caracterizaría a este trastorno es un grupo de síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos que indicarían que el sujeto ha perdido el control sobre el consumo de pornografía. Algunos de estos síntomas serían:
-Preocupación por la pornografía: planear nuevos consumos, revivir escenas visualizadas…
-Necesidad de consumir una cantidad cada vez mayor de pornografía para obtener la excitación deseada.
- Hacer repetidos esfuerzos sin éxito para controlar o dejar de consumir pornografía.
-Inquietud o irritabilidad cuando se intenta dejar de consumir pornografía.
-Interferencias a nivel social, laboral o familiar: faltar al trabajo, aislarse socialmente…
Desviaciones sexuales y violencia
El consumo habitual de pornografía de índole violenta genera violencia. El mecanismo implicado y que lo explica es el Modelado o Aprendizaje observacional donde la conducta del modelo actúa como estímulo para los pensamientos, actitudes y conductas del sujeto que observa.
Lo mismo ocurre con el consumo habitual de pornografía de contenido parafílico, donde se introducen prácticas sexuales con animales, niños, etc. Esto podría predisponer al desarrollo de un impulso sexual desviado.
Conductas de riesgo
El consumo de pornografía fomenta llevar a cabo conductas de riesgo en las relaciones sexuales: promiscuidad, relaciones sin protección…
Actitudes sexuales disfuncionales
La pornografía fomenta el modelo socio-sexual imperante en la actualidad. Es un modelo tecnicista en el sentido de que el hombre debe cualificarse como amante, tiene que demostrar potencia física y competencia técnica en la relación sexual. Este modelo es la base de muchos casos de disfunciones sexuales y complejos.
Mucha pornografía refleja la falta de calidad humana en las relaciones sexuales puesto que las convierte en una actividad mecánica y productiva en la que se deja poco lugar a la expresión de sentimientos. Muchas veces olvida la seducción, el deseo y la intimidad.
Así mismo, consumir habitualmente pornografía castra el uso de la fantasía y detiene el crecimiento erótico.
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