La gratitud es un sentimiento que no se encuentra dentro de las emociones básicas, sino que para experimentarla, se requiere que en nuestra mente ocurran una serie de procesos complejos. Esto supone que no todos podemos experimentar la gratitud. No se trata de un impuso sino que exige una serie de valores éticos que envuelven los conceptos de dar, recibir y renunciar a la visión más egocéntrica de la vida.
¿Qué hay detrás de la gratitud y la ingratitud?
Podemos definir la gratitud puede como un sentimiento que pasa por valorar y apreciar aquello que otros hacen por nosotros. Puede interpretarse como una deuda moral con quien nos hace bien, que no significa que tengamos que hacer cálculos para compensarla, sino apreciar a esa persona que hace ese bien por nosotros y abrirnos a la posibilidad de corresponderle por el beneficio que hemos recibido por su parte.
Resulta significativo que este sentimiento no lo experimentamos únicamente los seres humanos, sino también los animales superiores tienen esta virtud, aunque la expresen de una forma más arcaica. Por ejemplo, los perros, que acompañan a nuestra especie desde hace aproximadamente 20000 años, entregan su lealtad incondicionalmente a quien los cuida, ama y protege.
Aquellas personas que no son capaces de experimentar gratitud suelen presentar altos niveles de narcisismo. Dan por sentado que merecen toda la ayuda que se les da, llegando muchos de ellos a atriburise los beneficios que obtienen, obviando por completo los esfuerzos que otros hacen para poder lograrlos.
Suele ser frecuente en personas que han sido criadas con exceso de La ingratitud es propia de personas que han sido criadas con exceso de gratificaciones y a la que no se les enseña a valorar lo que otras personas les dan. Se les inculca la idea de que merecen todo únicamente por el mero hecho de ser quien son.
Por el contrario, aquellas personas que han experimentado dificultades son conscientes del gran valor que la ayuda de otros tiene para ellos.
La gratitud y sus beneficios
La gratitud es casi un arte. Florece dentro del concepto de que los seres humanos nos necesitamos unos a otros. Resulta de haber desarrollado una estrategia ética de cooperación, en vez de una actitud de confrontación o competitividad.
Existe un estudio desarrollado por Rollin McCraty y Doc Childre, representantes de HeartMath Research Center y Quantum Intec Inc., respectivamente, del que se infiere que aquellas personas que practican la gratitud tienden a enfermar menos y son más felices, lo cual repercute en una gran cantidad de beneficios para un correcto funcionamiento de su corazón.
Además, las personas agradecidas apenas alojan dentro de sí sentimientos negativos como la envidia o el resentimiento. Se permiten sentir la gratitud gracias a ver lo bueno de otras personas y recordarlo siempre. Esto les ayuda también a ser más generosos, porque son conscientes de que la colaboración y ayuda mutua son valores importantes, por lo que no solo son capaces de apreciar la ayuda que reciben, sino que también están dispuestos en todo momento a ayudar a otros.
Es cierto que no todos sabemos ser agradecidos, pero es una habilidad que se puede entrenar. Quizás estas fechas del año nos faciliten el trabajo. ¿Te animas a practicar la gratitud?
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