La validación emocional es el proceso mediante el cual aceptamos lo que sentimos ante las diversas situaciones que vivimos, escuchando lo que nuestro cuerpo y nuestra mente nos transmiten (a través de sensaciones y pensamientos) para aprender cómo a gestionarlas y alcanzar el bienestar. Validar (y que validen) nuestras emociones nos ayuda a ser conscientes de nuestros procesos y tener un mayor conocimiento de nosotros mismos. Evitarlas sólo nos generará más dolor y mecanismos de afrontamiento inadecuados a la larga.
Así como aprendemos a auto-validar nuestras emociones, también necesitamos sentir que nuestro entorno lo hace, que nos entienden , que empatizan y que nos devuelven apoyo y acompañamiento. Cuando nuestro entorno invalida lo que sentimos, nos hace sentir que exageramos, minimiza nuestros sentimientos, nos genera malestar, nos hace dudar de nosotros mismos o simplemente nos hace sentir que no nos entienden ni comprenden. E
A continuación, te presentamos algunas frases que implican invalidación emocional ante una situación de malestar:
- Cuando te acaba de pasar algo malo: "No te pongas nervioso/a"
- Cuando te encuentras triste por alguna situación vivida: "No estés triste, llorar no te servirá de nada"
- Si has roto con tu pareja: "Hay miles de millones de personas en el mundo"
- Si tienes pensamientos recurrentes: "No le des más vueltas"
- Si estás enfadado/a: "No te enfades, no es para tanto, tranquilízate"
Seguramente te hayan dicho (o lo hayas hecho tú) alguna de estas frases en momentos delicados: ¿A que no te han ayudado mucho?
En cambio, seguramente te haría sentir mejor escuchar frases como:
- "Todas las emociones son válidas y quizás ahora necesitas estar triste y está bien"
- "Estoy aquí contigo, te acompaño"
- "Si quieres contarme lo que te ocurre, te escucho atentamente"
- "¿Quieres un abrazo?"
- "Quizás ahora necesitas tiempo y espacio y no quieras hablar, pero cuando quieras hacerlo, que sepas que puedes contar conmigo"
- Esto debe ser muy duro para ti, siento por lo que estás pasando y te acompaño
- Entiendo que esto te enfade... ¿Puedo hacer algo que te ayude?
- "Si necesitas llorar, llora"
Y es que, a menudo no se trata de dar soluciones ni de resolver, sino de acompañar y dar apoyo, que se sienta que estamos ahí y que se puede contar con nosotros.
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