La vulvodinia es el dolor, ardor, picazón o irritación en la vulva que no tiene causa una identificable.
A menudo se relaciona con:
- Trastornos hormonales.
- Hiperexcitación de las terminaciones nerviosas de la vulva.
- Infecciones vaginales anteriores.
- Piel extremadamente sensible.
- Suelo pélvico debilitado.
- Alergias.
Para el diagnóstico de la vulvodinia es necesario que las molestias tengan una duración mínima de 3 meses y el trastorno puede durar desde meses a años.
El dolor puede ser generalizado (toda la zona vulvar) o más específico (normalmente localizado en la entrada vaginal). Las relaciones sexuales coitales se ven impedidas y es una condición que con frecuencia también afecta a la relación de pareja, a la calidad de vida del paciente y al estado anímico.
Existen diversas opciones de tratamiento. La terapia psicológica se enfoca en el afrontamiento del dolor y en técnicas de relajación, en brindar información y educación sexual.
Desde la fisioterapia se suelen aplicar masajes, movilización de tejidos blandos, técnicas de biofeedback o incluso técnicas de ultrasonido o estimulación eléctrica.
El tratamiento médico incluye el uso de antidepresivos, corticoides y analgésicos de uso tópico, aunque no se ha probado su eficacia. La cirugía, por su parte, puede ser una opción para aquellas mujeres con dolor intenso localizado en la entrada vaginal, aunque se debería considerar como último recurso.
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